"EL MALABARISMO NO VA A SER ARTE HASTA QUE PUEDA SER FEO"
Jay Gillian lleva 40 años realizando malabares, lo que lo ha llevado a consolidarse como un referente en este espectro.
Esteban López
‘He estado jugando casi 40 años ahora, desde que tenía 8 años. Aprendí de un libro de la biblioteca, lo que llevó a algún tipo de estilo personal, tal vez. Hubo mucho tiempo antes de que conociera a ningún otro jugador o practicara con alguien.’
Hacer malabares a simple vista puede parecer una simple sucesión de objetos en el aire. Sin embargo, para aquellos que lo dominan, es una forma de arte compleja que está en constante evolución. A través de los años el malabar sufre cambios que lo hacen cada vez más diverso: el límite de un buen malabarista es el cielo, puesto que cualquier cosa es malabarear.
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‘El malabarismo parece ser una cosa infinita, al menos en términos de técnica, el malabar es una forma de arte muy joven, que es relativamente inexplorada. Y así, en términos de técnica, puedes siempre encontrar cosas nuevas muy fácilmente. Luego en términos de que sea una forma de arte, es básicamente nueva, y así estás viendo el nacimiento de una forma de arte en tiempo real. Hay tantas cosas que hacer. Tengo libros llenos de ideas que llevarán muchas vidas para llevar a cabo.’
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La técnica para los malabaristas es fundamental, es un espectro muy amplio para ellos. Muchos centran todos sus entrenos y prácticas en mejorar cada día; se juntan entre ellos buscando aprender algo nuevo en conjunto. Sin embargo a ¿qué punto se pretende llegar sólo con la técnica? ¿qué expresas con estos malabares que haces?
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‘Es bueno tener habilidades, necesitas habilidades, pero no lo haces para impresionar a alguien. Intentas expresarte en lugar de impresionar, y entonces empiezas a entender esas preguntas, ¿qué quieres expresar? ¿qué puedes expresar con el juego? Y para confrontarlo de una manera corta, podemos decir que el malabar es una forma de arte abstracta, no es concreta por eso tarda mucho tiempo en evolucionar, es porque no tenemos una buena manera de expresarlo al mundo, pero sí, cuando miras al juego, ¿qué te hace pensar o sentir? Puede ser algo muy profundo y emocional, pero también puede ser divertido, raro o estúpido, y está bien’
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Arte o deporte, expresivo o técnico, el malabarismo puede estar englobado en todo esto, sin embargo Jay tiene muy claro la manera en la que él se ve reflejado a la hora de hablar sobre el malabar.
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‘Me considero un artista, y considero que el malabar es la cosa con la que trabajo, mi medio, la manera en la que me expreso a mí mismo, y que es una forma de arte. El malabarismo no es solo una actividad, puedes hacerlo como quieras. Algunas personas piensan que es un deporte, y otras un hobby, y lo que sea, algunas personas también lo hacen como entretenimiento, y no como una forma de arte. Eso es genial’
Todo artista requiere de un instrumento para llevar a cabo un acto. El pintor requiere del pincel, el escritor de la pluma y el malabarista del objeto; normalmente estamos acostumbrados a verlos usar pelotas, aunque muchos prefieren las clavas, objetos con forma de botella alargada, la cual debe ser maniobrada del cuello de la botella. Para el malabarista poder generar una identidad con sus materiales hace que sea aún más especial la función. Jay recuerda la anécdota de cuando no le dejaron fabricar clavas azules.
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‘Quiero construir un clava que exista como el Henry's Dolphin Club. Y quiero hacerla azul; un tipo de azul en específico. Entonces fui a Henry's y me pregunté si podía hacerlo azul. Y ellos me decían que no. Porque si la hacía azul, nadie compraría la clava. Y yo dije: bueno, no lo sé, es un color azul muy bonito.
La gente podría comprarla, pero ellos me decían que no estaban interesados, estamos haciendo un negocio. Y vamos a vender clavas a la gente. Y creo que si ponemos este color azul, la gente no comprará la clava. Así que no vamos a hacerlo para ti. Yo dije, bien: ¿Cuánto cuesta hacerlo? ¿Cuánto puedo pagar? No tengo dinero, pero ¿Cuánto cuesta hacer la clava azul? El tipo me decía, no, no, es muy caro, ni siquiera podemos hablar de eso, sería muy caro hacer una clava azul.
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En mi mente pensaba, tienes una fábrica, ya estás poniendo plástico dentro de un molde, y el plástico se colora con pigmento. Sé cómo funciona, entonces tienes que poner ese pigmento azul en la cosa. Le pregunto ¿Cuánto cuesta? A lo que él me responde: "oh, es excesivamente caro, serían como $2,000 o algo así". Yo no tengo $2,000, y el tipo es como: "bueno, incluso si tienes el dinero, no hay manera de hacer las clavas".’
